***El Ojo que todo lo ve***
Muchas sociedades y ordenes iniciáticas contemplan entre sus símbolos ritualísticos, la figura del ojo la cual ha perdurado a través de los tiempos y reflejan de esta misma manera la relación que estas instituciones tienen con el pasado simbólico e iniciático de la antigüedad.
El Ojo posee variados sentidos, el más conocido es el denominado "símbolo de la omnipresencia, omnisciencia y omnipotencia de Dios". Estas tres palabras resumen el sentido de esta figura en órdenes como el rosacrucismo y la masonería en todos sus ritos.
OMNIPRESENCIA
El Ojo que todo lo ve, refleja al estar abierto un sentido de alerta, un sentido de presencia eterna. La divinidad es omnipresente, no por el hecho de observar tal como nosotros lo hacemos con nuestros sentidos objetivos, sino por el hecho de estar presente en todo, en cada parte de la creación y del mundo manifestado en este caso. La omnipresencia del ojo se remonta a mucho tiempo atrás, en la citología y en las verdades que por medio de esta se revelan, en las iniciaciones de las escuelas de los misterios y de los mitos que a raíz de estas se generaron.
El ojo se relaciona con el concepto de la divinidad latente y en constante creación, y macro cósmicamente es el símbolo del sol esplendoroso y del corazón en el microcosmos. Recordemos que el Templo en una sociedad secreta es un reflejo microcósmico del microcósmico por lo que cada símbolo y cada sitial poseen estrechas analogías con el hombre concebido como ser primigenio. Si bien el Ojo, el ojo de Horus, el ojo que todo lo ve, se encuentra en el punto geográfico Este, ya que es de este lugar desde donde proviene la sabiduría, también este símbolo presenta similitudes con la Shekinah o corazón del Templo.
Este corazón es desde tiempos inmemoriales un centro de emanación, un centro "santo", un "sanctum", relacionado con el punto geográfico oriente, por medio de una emanación luminosa ligada a la omnipresencia del Ojo.
El ojo que todo lo ve, internamente es la conciencia. El poder de la voluntad de todo ser humano, dentro y no fuera de el. La omnipresencia se genera en nosotros al darnos cuenta de la presencia en nuestro interior, tal como un momento de inspiración. Es un algo que nos lleva a un bien superior, una luz que nos guía y nos conduce por el sendero del Ab Uno.JAZSMIN
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